sábado, 30 de abril de 2016

Zaldumendiko Ibarguren






Donato Ibarguren Unanue


Donato era el patriarca de los Ibarguren de Zaldumendi, sitio de obligado peregrinaje para los vasco-argentinos de la ciudad de La Plata, desde donde el embajador local, Vicente Ibarguren, encaminaba a los viajeros que buscaban orígenes familiares, parientes, aventura y belleza.
Lo conocí primero de oidas a través de las anécdotas contadas por su hermano y su simpática cuñada Marutxa, que en La Plata me brindaron la oportunidad de sentirme miembro de su familia.
En un viaje que hizo con su esposa Felisa pude conocerlo personalmente y comprobé la calidez humana de la familia Ibarguren.
Tuve la suerte de conocer a su hermana Cristina, a Pedrotxo y Agustín. No recuerdo claramente si conocí a Alejandra, pues se mezclan los recuerdos y las anécdotas con el tiempo transcurrido desde las largas y amenas charlas con Vicente, hace ya treinta años.
Donato me recibió en su casa como otro Ibarguren, y me siento honrado por haber compartido momentos familiares especiales. La intxaursaltsa de Felisa, cumpleaños de Jaione incluido y la subida a las campas de Urbia en unas Navidades; la visita de Vicente a Bergara, y muchas otras visitas al caserío quedan en mi recuerdo.
Donato era un hombre bueno y sabio, agradable y con sentido del humor. Así lo recordaré siempre.

El 28 de abril falleció en su caserío Zaldumendi, del barrio Goiko Auzoa de Bergara, Guipuzcoa.



Enlaces:


"Zura: arotzak eta etxegileak" Anaje Narbaiza, Bergarako Udala, 2001
















Euskal Herriko hizkerak eta ahozko ondarea

Bergarako Euskara

Euskaltzaindia euskararen atlasa






lunes, 4 de abril de 2016

Los Ibargüen de Las Parejas






Los Ibargüen de Las Parejas


En 1969 fui a vivir a Las Parejas, provincia de Santa Fe, y allí conocí al tío Manuel y a la tía Josefa, prima de mi abuela, nacida en Idiazabal como ella. Así empezó esta historia.
Tenían dos hijos, Bernardo y Eugenio, que vivían en el campo con sus esposas, Malen y Élida, y todos llevaban adelante una explotación lechera; eran tamberos. 
Durante aquel único año en que viví allí, cursé el tercer grado de primaria, tomé la comunión, hice amigos, tuve un profesor italiano de gimnasia, conocí a un filatelista, escuché por primera vez a Joan Manuel Serrat y, por supuesto, fui al campo de los primos.
Tenían un tractor de ruedas de hierro, con púas, tenían una pileta para refrescar los tarros de leche, tenían un motor, supongo que Lister, para dar luz por la noche, tenían otras costumbres y me tuve que terminar la cena, dejando el plato limpio...
Después de tantas experiencias, volvimos a mudarnos del pueblo al año siguiente y nos reencontramos pocas veces más.
Pero el cariño y la admiración por mi tío Manuel nunca se borraron, y siempre recordé que había nacido en un pueblo llamado Oyarzun.
A la vuelta de veinte años y resultado de mis vueltas por el País Vasco, conocí a su hermano Patxi, en Rentería.
Y otros veinte años después, casi antes de ayer,  por casualidad conocí a un sobrino, dando un paseo por Oiartzun, que así se llama ahora.
Gracias a la existencia de internet llevo unos años conectado con Eugenio y a raiz de las investigaciones familiares e intercambios de información, he llegado a un gran descubrimiento: somos primos por donde nos miren. Por su madre ya lo sabíamos, y por su padre lo sabemos ahora.
Nuestros tatarabuelos eran hermanos.

Manuel Ibargüen Goñi (Oiartzun, 1909), hermano de Eugenia, Miguel, Pedro, José, José María y Patxi; era hijo de
Eugenio Paulo Ybargüen Usabiaga (Oiartzun, 1880) y de María Goñi; hijo de
Miguel Antonio Ybargüen Echenagusia (Oiartzun, 1852) y de María Josefa Usabiaga Yturralde; hijo de 
Eugenio Ybarguen Unsain  y María Ramona Echenagusia Unsain  (como aparecen en la partida de bautismo  del hijo) o con los apellidos distorcionados como aparecen en la partida de bautismo del primer hijo Ramón María: Eugenio Ybarguren Lizaralde y María Ramona Echenausia Unsain. Evidentemente hay un error en el segundo apellido y un baile de letras en el primero, porque no existen partidas de bautismo sino de Eugenio Ybarguren Lizarralde (Zizurkil, 1816); hijo de
Manuel Josef Ybarguren Arrizabala (Zizurkil, 1778) y María Magdalena Lizarralde (Bidania, 1786); hijo de Ygnacio Ybarguren Errazquin (Azpeitia, 1755) y Yrrita Arrizabala Soraluze; hijo de
Juaquin Ygnacio Ybarguren Aizpuru (Azpeitia, 1719) y Josepha Errazquin Olazabal; hijo de
Domingo Jacinto Ybarguren Uranga (Azpeitia, 1669) y Magdalena Aizpuru como aparecen en la partida de bautismo o Domingo Jacinto Ibargoen y Magdalena Ayzpuru como aparecen en la partida de matrimonio; hijo de
Miguel Ybarguen Amilivia (Azpeitia, 1620) y Catalina Uranga; hijo de 
Juan Ybarguen Ugarte (Azpeitia, 1580) y Apolonia Amilivia o Juan Perez Ybarguren y Polonia Amilivia como aparecen en el acta matrimonial de 1617 en Azpeitia; hijo de
Miguel Ybarguen y Vrsola Ugarte.

Asi queda el parentesco, salpicado de errores de escritura, palabra e interpretación. Una verdadera aventura histórica eso de conservar el apellido...







sábado, 2 de abril de 2016

Maria Unekoa






Maria Unekoa


María Unekoa Lezon hil zen, 2013 Apirilean 6an, 94 urte zituela.
En pocos días hará tres años que falleció mi tía María Zabaleta Ibarguren, nacida en el caserío Urune de Lezo en 1918.
Gracias a su constancia a lo largo de los años en mantener correspondencia postal con sus tíos de América - Antonio, Inocencio y mi abuelo Francisco- se mantuvo el contacto familiar. Escribía para que su madre, Justa, tuviera noticias de sus hermanos.
Maria y su hermana Agapita, la mayor de los hermanos, junto a ella en la foto, me bridaron su casa y su cariño desde que nos conocimos.
Milla esker, ama.






miércoles, 30 de marzo de 2016

Posible evolución del apellido que nos une




Posible evolución del apellido que nos une



Me parece más que difícil, por no decir imposible y pecar de radical, aseverar cuál es la variante "correcta" del apellido que nos une, porque hay muchos aspectos a considerar.
El primero es, no por importancia sino por cercanía, aplicarnos la frase atribuida a Sócrates "solo sé que no sé nada..." recordando que cualquier afirmación concluyente tiene un respaldo serio en estudios realizados con una profunda formación en historia, paleografía y lingüística, como poco.
La antigüedad de cualquiera de las versiones que podemos encontrar del apellido es relativa, ya que está limitada por la existencia o falta de documentos históricos, junto a su correcta transcripción y datación. Existen normas de transcripción más o menos aceptadas, y se deben respetar las distintas formas de escritura, influidas por la época, región y lengua del escribiente.
Esto nos lleva a considerar los problemas que pueden influir en una correcta comunicación, donde la emisión y recepción del mensaje se ven afectados por trastornos del lenguaje o la audición de los interlocutores, aumentados en algún caso, o sumados, al uso de distintos idiomas, dialectos, cambios de población o región.
La transmisión oral de los apellidos también se ve influida por la evolución natural del euskera en cada valle o zona de influencia, la falta de normalización o estandarización del idioma hasta épocas muy recientes y la constumbre de "comerse" letras o acortar las palabras.
Otra razón de peso en el encasillamiento de los apellidos ha sido el trabajo de heraldistas, genealogistas y traductores, que han asignado blasones, títulos y definiciones distintas a variantes casuales de los mismos apellidos, tratando de distinguirlas y diferenciarlas en vez de entenderlas como tales versiones. A esto debe sumarse la natural y poco provechosa costumbre de querer ser original y exclusivo, atribuyéndose la versión "correcta" y modificando los documentos escritos para que coincidan con el propio apellido y poseer un árbol genealógico uniforme, de principio a fin.
Por último, se deben tener en cuenta los posibles errores ortográficos al realizar los asientos en los Libros Sacramentales o Registros Civiles.

Esta introducción sobre el tema es para aclarar confusiones, reflexionar y plantear críticas a la situación actual y a la hipótesis que voy a proponer a continuación.
En un vistazo general en internet a las partidas de nacimiento de Guipúzcoa y Vizcaya (Álava no está operativa) aparecen como más antiguos los apellidos Ybarguren, en la primera, e Ybargüen (sin diéresis) en la segunda. Luego aparecen Ybargoen e Ybargoyen. Esto es justo lo contrario a lo que planteo como hipótesis y desde el punto de vista fonético, si es que no estoy errado en la terminología y la ciencia, que no domino.
Partiendo de la definición y traducción de "ibar" como "rivera", "goi" como "parte superior" y "goi(h)en" como superlativo "(el) de más arriba" que hace Luis Michelena (1), tenemos el topónimo "ibargoi" que aparece muy pocas veces como apellido y, con bastante seguridad, nunca en un acta de bautismo. La forma "ibargoien" es común, con la grafía de la época, que se transforma en "ibargoen" por economía fonética o lingüística. A su vez "ibargoen", por el proceso fonológico de asimilación -más comodidad, menos esfuerzo- se pronuncia "ibargüen".
Aquí empieza la parte más cuestionable de mi hipótesis: encuentro que la pronunciación de "ibargüen" es muy similar a la de "ibarguren" según mi experienca auditiva con muchos euskaldunes a los que la ley del mínimo esfuerzo los lleva a no vocalizar demasiado. De tal forma que atribuyo los numerosos cambios de apellido dentro de la misma familia a este proceso.
Mitxelena traduce el sufijo "-guren" como "límite o linde" y lo ejemplifica con "Ibarguren", pero aclara que la terminación "-güen" parece proceder más de "-go(i)en" que de "-guren".
Seguramente la antigüedad de "Ibarguren" en los registros eclesiásticos, desde 1530 en Zumarraga, así lo demuestran, y es un topónimo independiente de "Ibargoyen", pero en el caso de mi familia se debe, sin duda, a confusión.
No hay que olvidar la gran cantidad de documentación que queda por investigar, como son los protocolos notariales y fuentes documentales de los distintos Archivos Municipales y Provinciales, por ejemplo, para aclarar un poco más este confuso panorama.
Precisamente un par de documentos con variaciones de apellidos en un corto período de tiempo me empujaron a escribir esta entrada: se trata de los mismos personajes, en un espacio de dos años y medio de tiempo y 20 km de distancia.
El primer documento está fechado en Elorrio el 3 de septiembre de 1471. "Carta de venta otorgada por Furtún de Ugalde y Marina Sánchez de Ibargoi al consejo de la villa de Elorrio, sobre la cuarta parte de un sel llamado de don Martín Sánchez de Ibargoi" (2)
En la transcripción del texto encontramos los nombres escritos de la siguiente manera: "Marina Sanches de Ybarrgoy, muger legítima que fuy de Juan Roys d'Ibargoy", "Martin Sanches d'Ibargoy", etc.
El segundo documento está fechado en Arechavaleta el 2 de abril de 1474. "Carta de Martín Sánchez de Ibargüen ratificando lo comprometido por su madre, Marina Sánchez de Ibargüen, acerca de los derechos sobre el agua que pasa entre la casa fuerte de Ibargüen y la caserá de Belerin" (3)
En la transcripción se lee "Martin Sanches de Ybargoen, fijo legitymo heredero de Juan Ruis de Ybargoen e de donna Marina Sanches de Ybargoen", etc.
Como se puede observar, las descripciones de los documentos no coinciden con los textos, ni los documentos entre sí.
Es posible deducir que estos cambios eran frecuentes y la secuencia de cambios, posible.





(1)  "Apellidos Vascos" Ed. Txertoa, 5º ed. San Sebastián, 1997
(2)  "Colección documental del Archivo Municipal de Elorrio (1013-1519)"
       V.V.A.A. Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos, San Sebastián, 1988.
(3) Idem